Por Pablo Cueva - Soy optimista. Sinceramente creo más en las oportunidades que se abren en el futuro que en el poder de los potenciales riesgos. Esto no significa desconocer, ignorar o minimizar la importancia de las amenazas a las que habrá que hacer frente. Sencillamente se trata de creer que nuestras capacidades podrán ayudarnos a resolver los problemas que nos encontremos.
En un contexto de cambio no solo constante sino, sobre todo, rápido creo que nos vemos abocados a una revolución emocional. Hagamos un repaso de ciertos elementos del futuro que se avecina, sino de una realidad que ya ha llegado:
↧